Los gritos resuenan en los cañones sedientos
Los tambores retuman en las trincheras
Miradas vacías de muertos despiertos
Las cáscaras perdidas de lirios al viento.Se pierden los ecos, se pierden las almas
Ya no contestan mis llamadas
Ya no se cruzan nuestras miradas
Me quedo solo con los fantasmas
Deliro y siento que me levanto
La mano gigante me toma del suelo
El sueño del cuerdo es risa macabra
Los astros lejanos ya no me cantan
Muy quieto en el suelo
Me hundo en la tierra
Querrá Gaia mía
Curarme las ansias.
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